jueves, 9 de diciembre de 2010

PANCHO LIDER

Francisco Eguiguren es candidato a diputado por la UDI. Compite en el séptimo distrito, en la Cuarta Región. El camino entre La Serena y Coquimbo está repleto de carteles con su cara, pero sin su propio nombre sino con uno de fantasía, el de “Pancho LIDER”. Eguiguren utiliza la marca del supermercado LIDER porque fue su Gerente de Ventas y parece creer que ello lo ayudará a atraer votos para alcanzar la diputación. Los políticos han abusado de todo tipo de mecanismos para tener proyección comunicacional, pero este candidato ha perdido toda compostura. El que elige a Eguiguren estará votando al mismo tiempo por una marca. Si llegará a ganar, convertirá a una empresa en representante de la ciudadanía en el Parlamento y si no triunfa le habrá hecho publicidad a la cadena de supermercados. El candidato ha optado por transformarse en una cosa, en un producto, en una marca. 

Eguiguren apuesta al consumismo mediático de los chilenos, faltándole el respeto a su familia, a La Serena y a la política, al utilizar el nombre político de “Pancho LIDER”. Además, en medio de su desconocimiento del mundo real, no se da cuenta que consumidores, pequeños empresarios y trabajadores están cuestionanando seriamente las políticas de los supermercados y exigen su modificación. 

En efecto, los consumidores rechazan esas tarjetas de crédito usureras que han convertido a la empresa comercial LIDER en un negocio financiero, mediante el encarecimiento de los productos a los clientes modestos que no pueden comprar al contado. Al mismo tiempo, los pequeños agricultores de la Cuarta Región, que abastecen con frutas y hortalizas a los supermercados, se encuentran estrangulados por los precios monopsónicos que el LIDER le fija a sus bienes. Finalmente, los propios trabajadores de esta cadena de supermercados están cansados del trabajo precario, de las largas jornadas y del impedimento a sindicalizarse que han impuesto los dueños de esta empresa. 

La soberbia de Eguiguren, enclaustrado en su pequeño mundo oligarca, le impide ver estas realidades. Si llegara a convertirse en diputado será el primero en oponerse a una legislación que restaure los derechos de los consumidores, pequeños productores y trabajadores frente al aplastante poder que hoy dia tienen los supermercados. 

El candidato Eguiguren comete otro error, no se sabe por soberbia o ignorancia, que tampoco le ayudará a reunir votos con el nombre de “Pancho LIDER”. El 25 de agosto del 2002, la periodista Marcela Ramos, en el diario La Nación, denunció que la cadena comercial el LIDER obligaba a los trabajadores que contrata a leer un manual que contiene “los principios y valores que deben guiar su labor”, el que consignaba: "Creemos en Dios y en la dignidad de las personas”; "está prohibido que los hombres usen barba, aros o el pelo largo y que las mujeres vistan pantalones.” En ese mismo artículo se mencionaban los "abusos de poder y prácticas desleales" de la cadena de supermercados frente a los proveedores. 

A estas manifiestas arbitrariedades, que vulneran la libertad de los trabajadores y el libre comercio de los pequeños abastecedores, se agregaba una más, y del propio dueño de la cadena comercial (y financiera), Nicolas Ibañez: la esposa de éste, María Carolina Varela, había interpuesto una demanda en su contra por "hechos de violencia", ante el 30º Juzgado Civil. 

El candidato Eguiguren debiera saber que la violencia moral, disfrazada de estrictez laboral, que predica el LIDER a sus empleados, es rechazada por una opinión pública que hoy exige diversidad. Ésta también rechaza el doble discurso de su propietario, que mientras impone sus propios mandamientos es simultáneamente denunciado por maltrato intrafamiliar. 

“Pancho LIDER” no reunirá los votos para ser diputado y si llegara a serlo habrá que cuestionarse seriamente el país que estamos construyendo. 

23-11-05

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