El gobierno y la oposición compiten por quien tiene la mano más dura. Schaulsohn y Trivelli han colocado en el eje de sus discursos la represión como instrumento de erradicación de los comerciantes ambulantes y cafés con piernas del centro de Santiago, acusando a Lavín de permisividad. Por su parte, el gobierno anuncia mano dura contra “anarquistas y delincuentes” que recordaron el 11 de septiembre con piedras y fuego. Finalmente, Lavín y la derecha acusan de debilidad al gobierno por el indulto a una centena de presos responsables de narcotráfico.
En el mes de la Patria mientras más duro mejor. En preparación para las elecciones municipales el establisment político compite por quien se parece más a Sylvester Stallone; es decir, mientras menos cordura mejor. Para que pensar, para que la inteligencia. Es mejor actuar y gritar a través de los medios de comunicación. Así se consiguen los votos.
Sin embargo, los que piensan un poquito y algo leen se dan cuenta que no es tan fácil “limpiar” de informales el centro de Santiago cuando el desempleo se acerca al 10%. Si no hay pega la gente se las rebusca. Así es el libre mercado y la vida misma. Algunos vendiendo lo que se pueda, otros pirateando discos compactos y películas. Cuando las desigualdades son insoportables y la televisión agrede cotidianamente con “ricos y famosos” que se movilizan en Mercedes y vestidos en Nike y Lacoste, los jóvenes de las poblaciones responden con violencia. Violencia irracional, es cierto, pero es el sistema económico el que exacerba las desigualdades y los medios de comunicación son los responsables de estigmatizar a los Machuca.
En torno a ésto deberían reflexionar los candidatos y preguntarse: ¿ Cómo reducir las desigualdades? ¿ Por qué el sistema educacional y las políticas comunicacionales son incapaces de atenuar las reacciones de los iracundos? ¿ Qué es lo que anda mal con nuestra sociedad?. La demagogia derechista y lavinesca en contra de presos indultados por el gobierno confirma la escasa compasión de éstos con la gente humilde. Indultar reos y conmutar penas por sentencias vigiladas atendiendo buen comportamiento e informes socio económicos es razonable en todo buen sistema judicial, más aún cuando los establecimientos carcelarios están atestados de presos.
¿Hasta cuando se seguirá subordinando la razón a estrechos cálculos políticos? El comercio ambulante terminará en el centro de Santiago cuando disminuya el desempleo. La delincuencia, la violencia y el desencanto se atenuarán en Chile cuando exista un verdadero compromiso de la sociedad y del Estado con la igualdad de oportunidades en favor de todos los jóvenes. Una buena distribución del ingreso, una misma educación, salud y previsión para todos los chilenos es el más importante de todos los esfuerzos para enfrentar los males sociales que afectan a nuestra sociedad. La represión no resuelve las desigualdades y el desinterés por la política. La represión, por otra parte, deposita en los uniformados la responsabilidad de resolver los males sociales. Esto no les corresponde.
Los civiles no podemos sacar las castañas con la mano del gato. La mano dura no puede ser utilizada para hacer agitación política ni para resolver problemas que son propios a las políticas públicas en el plano social, económico y comunicacional.
Basta de hablar de mano dura. Utilicemos la razón, la solidaridad y la compasión para enfrentar los problemas que afectan a nuestro país.
15-09-04
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