sábado, 11 de diciembre de 2010

LA RENOVACION DE ESCALONA

Camilo Escalona aplaudió con entusiasmo el discurso del Ministro Eyzaguirre en la Comisión Mixta de Presupuesto. Rechazó, en cambio, por desafortunado el documento de los 15 parlamentarios de la Concertación, cuestionador de la actual estrategia de desarrollo y de la política económica vigente. Así lo señaló a La Tercera del 12 de octubre, junto con destacar, con cierto desenfado, que su postura complaciente no pagará costo alguno al interior de su organización ya que, como él mismo dice, “ando libre por la vida” pues no voy a la reelección. 

Esta libertad, le ha permitido a Escalona opinar, “sin leerla bien”, la propuesta de los 15, “La Concertación de Chile por un Desarrollo con Justicia”. En cambio, sí pudo destinar tiempo para revisar con dedicación el contenido de la propuesta presupuestaria de Eyzaguirre, pero sin darse cuenta que ésta se contradice con todo lo conversado y acordado en el reciente Congreso de Organización de los socialistas. O quizás sí se dio cuenta y no quiere aceptarlo. 

¿Significa eso ser un político pragmático? 

El freno al crecimiento en los últimos años y el aumento de las desigualdades en Chile han puesto en evidencia el agotamiento de una estrategia de desarrollo caracterizada por la explotación de los recursos naturales. 

Los gobiernos de la Concertación, con visión cortoplacista y por temor al cambio, han cometido el error de no hacer una política que favorezca la utilización de los excedentes generados por la producción y exportación de materias primas para construir un tipo de desarrollo más avanzado, que habría permitido dinamizar el crecimiento y reducir las desigualdades. 

Precisamente, uno de los acuerdos principales del reciente Congreso de Organización del PS, fue trabajar en favor de una nueva estrategia de desarrollo. Lo mismo que propone el Grupo de los 15 en una de sus iniciativas. Sin embargo, curiosamente el Presidente del PS considera inoportuno apoyarla. 

La otra iniciativa que provoca controversia del documento de los 15 dice relación con el indispensable impulso a la demanda efectiva que requiere el país para que se recuperen el crecimiento y el empleo. Sin ningún argumento técnico, el Presidente del PS dice que no existe margen para una mayor expansión del gasto fiscal. Con adecuados asesores, Escalona habría entendido que es posible y necesario aumentar sustancialmente la inversión y parte del gasto social con recursos provenientes de la emisión de bonos soberanos. 

Adelantar proyectos de inversión pública, construir establecimientos para concretar la jornada escolar completa y apoyar directamente a los pequeños empresarios, como lo señala el documento de los 15, es en la coyuntura actual la única forma de recuperar la actividad actividad económica interna y, por tanto, el empleo. 

Ésto también se conversó y acordó en el Congreso de Organización y ahora no lo recuerda Camilo Escalona. Continuar esperando que mejore la economía mundial para que Chile crezca y haya empleo, es simplemente ilusorio.

El aggiornamiento de Escalona no es sorprendente. Su silencio de más de un año ya lo anunciaba. Qué ahora su discurso haya pasado de duro a blando quizás tenga que ver con ese temor a convertirse en “el Altamirano de Lagos” o con otras razones que uno desconoce. 

Se equivoca el Presidente del PS al creer que su silencio primero y, ahora, su cambio de posturas no tengan costos. 

El incumplimiento de los compromisos, en este caso el de un Congreso, es lo que desprestigia a los políticos. Ello es lo que hace que reciban el rechazo de la opinión pública y la desafección de sus partidarios. 

El nuevo discurso de Escalona y la renuncia a sus convicciones le hacen un flaco favor al socialismo chileno y a la política en general.

14 de octubre, 2002

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