Los trabajadores del cobre, subcontratados por Codelco, han persistido en una lucha justa. Han reivindicado la igualdad de derechos y salarios para todos los hombres y mujeres que desempeñan una misma labor, independientemente que sean contratados directamente por Codelco o por empresas que los subcontratan.
Los ejecutivos de Codelco, y muy especialmente su Presidente Arellano, han mostrado una intransigencia que limita con la irresponsabilidad. No han reconocido el espíritu de la nueva ley que busca cerrar la brecha de ingresos y beneficios entre trabajadores contratados directamente y subcontratados. Han utilizado las mismas prácticas clasistas y represoras de la dictadura, amenazando y dividiendo al movimiento sindical. Han desplegado toda su artillería tecnocrática para impedir concesiones razonables, lo que resulta paradójico con los altos precios del cobre y los miles de millones de dólares acumulados en las cuentas de Codelco y en la caja fiscal.
La intransigencia e irresponsabilidad de Arellano ha sido respaldada por el Ministro de Hacienda, Andrés Velasco. Éste, con su comportamiento confirma, una vez más, que su política económica sirve exclusivamente para favorecer a los grandes capitalistas nacionales y transnacionales. El ataque a los trabajadores del cobre y los esfuerzos por dividir el movimiento sindical son una nueva prueba de ello, ratificando sus políticas contra los sectores más débiles de la sociedad chilenas: trabajadores, pequeños empresarios, estudiantes pobres y medioambientalistas.
Velasco y Arellano han sido cortados por la misma tijera. Neoliberales de pura cepa, formados en universidades norteamericanas, preocupados exclusivamente de entregar indicaciones de buena conducta al FMI, a las corporaciones transnacionales y a la banca internacional. Velasco y Arellano no conocen la realidad social de Chile, son ajenos a las luchas de nuestros trabajadores y no tiene ni la experiencia política ni la sensibilidad social para acoger las demandas y preocupaciones de los sectores perdedores o excluidos por el modelo económico. Ambos tecnócratas se han convertido en una pesada mochila para la Presidenta Bachelet.
Le solicitamos a la Presidenta que atienda directamente las demandas de los trabajadores del cobre. El mineral es nuestra viga maestra, es el sueldo de Chile. Todos sus trabajadores se merecen una vida digna. No pueden ser tratados de forma distinta en salarios y beneficios por el artificio ilegítimo de la subcontratación.
Sra. Presidenta, no les crea a Velasco y Arellano. Ellos mienten y arriesgan a su gobierno a enfrentamientos fraticidas. Confíe en los trabajadores porque sus demandas son justas y son los que pueden asegurar el más sólido apoyo a su gobierno.
25-07-07
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