El recientemente elegido Presidente de Brasil, Lula Da Silva, debe estar sorprendido con los chilenos. Ominami, luego de haber sido un ferviente partidario del candidato Ciro Gomez, ahora se le ve muy cómodo junto a Lula. Ante la evidencia del triunfo del PT, el senador socialista invitó a Marco Aurelio, asesor directo de Lula, a una reunión muy secreta en Zapallar para recomponer sus lazos con el seguro triunfador. Al mismo lugar llegó también Stiglitz, el economista disidente del pensamiento único.
Días atrás, visitó Chile el propio Lula, reuniéndose en un almuerzo con el Presidente Lagos y algunos de sus ministros, junto a senadores muy seleccionados para la ocasión. El momento no era el más oportuno, ya que en ese preciso momento se dirigían a los Estados Unidos los negociadores chilenos para suscribir “ sí o sí” el TLC.
Lula le dijo a Lagos y a Ominami que preferiría que Chile no firmara el TLC para no debilitar la posición de Sudamérica frente a la potencia del norte en las discusiones en el ALCA. Lamentablemente, todo indica que predominará la alianza estratégica que Chile anhela con los Estados Unidos antes que un compromiso serio con el nuevo gobierno de Brasil.
La CEPAL, con Ocampo a la cabeza, también tuvo una reunión con Lula, Marco Aurelio y Mercadantes. Molestó, sin embargo, a los funcionarios de la CEPAL que sólo se invitara al círculo íntimo de Ocampo en vez de realizar una reunión abierta, como es lo tradicional.
Los dirigentes del PT brasileño insistieron en la necesidad de que la CEPAL retomara la tradición de Prebisch, Furtado y Medina Echeverría para superar la debacle económica y social que cunde en la región. Ojalá las autoridades de la CEPAL tengan la valentía de seguir los consejos de Lula y puedan independizarse de las presiones impuestas por los Estados Unidos en este organismo que tanto prestigio tuvo en el pasado.
La visita de Lula terminó con un ágape en la Embajada de Brasil. Allí estaban los que verdaderamente creen en Lula y esperan que su éxito signifique el término del neoliberalismo y una nueva esperanza para los humildes en América Latina. Pero también estaban los van a sacarse la foto y a buscar cualquier resquicio para acomodarse al poder.
Éstos últimos son los que siguen el consejo de Kissinger “...hacia donde vaya Brasil irá América Latina”. Estos son también los que rápidamente le dieron la espalda a Ciro Gomez y a Serra, y que buscan acomodarse al nuevo gobierno brasileño.
Lula quedó sorprendido con este sui generis estilo de los políticos chilenos.
05-12-02
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