domingo, 28 de noviembre de 2010

LAS DOS DERECHAS CON CORBO

¡Tanto que se criticó al diputado Aguiló porque demostró en su documento “ Chile, entre dos Derechas” las coincidencias ideológicas y políticas entre la Alianza Democrática y la Concertación! Es probable que Aguiló no se imaginara que el gobierno pudiera llegar al extremo de nominar directamente a un economista de derecha como consejero del Banco Central y próximo presidente del ente monetario. Con la propuesta de Vittorio Corbo las pasiones han sido incontenibles y los homenajes sorprendentes. 

El Presidente de la República dijo que había elegido “al mejor de todos los economistas”. Le siguió en entusiasmo el ministro Eyzaguirre, quien afirmó vigorosamente que con esta nominación “se acababa el cuoteo” en la Administración Pública. El discurso oficial sostuvo que ésta decisión privilegiaba “lo técnico”, reconociendo en Corbo al mejor profesional de la plaza. 

Los dirigentes empresariales y la derecha opositora expresaron su júbilo de forma estruendosa. “No podría haber habido mejor elección”, “ Los mercados se sienten felices”, “ Wall Street está complacido”. El senador Ominami, repetía a quien quisiera escucharlo que la decisión de Lagos había sido brillante y que el economista Corbo era un super estrella. Foxley, entretanto, destacaba que con Corbo la reactivación estaba a la vuelta de la esquina. Todos contentos. La amargura de la corrupción encontró su respiro y abrió paso a la complacencia en la clase política y empresarial. 

Sólo el colorín Zaldivar expresó algunas dudas sobre el nominado ya que tenía en carpeta al economista Ffrench-Davis pero, al final de cuentas, su crítica se concentró más en los procedimientos que en las diferencias de concepciones que pudiera tener su candidato con el nominado. El Presidente de la DC advirtió, sin embargo, que si verdaderamente el cuoteo estaba terminado había que olvidarse entonces del nombre de Manuel Marfan para reemplazar a Jorge Marshall, quien termina su período de consejero del Banco Central a fines de este año. 

¿Porqué la nominación del economista Corbo? ¿Porqué tantos elogios y desmesura? ¿Porqué tantas coincidencias en el establishment político-empresarial? ¿Y, porqué se frustra nuevamente la candidatura de Ffrench Davis? 

Nadie con un mínimo de objetividad, y que esté en la profesión, puede decir que el economista Corbo tiene mejores calificaciones que Ricardo Ffrench Davis. Autoridades de gobierno, senadores de ideologías diversas y empresarios no dicen la verdad cuando valoran “el término del cuoteo” o cuando señalan que “Corbo es el economista más destacado”. En realidad, lo que hay tras las palabras es algo completamente distinto. Un economista ligado a la derecha política, vinculado al sistema financiero y profundamente convencido de las políticas neoliberales, constituye un buen seguro para consolidar la visión económica decimonónica que se ha instalado en el país. 

Las dos derechas coinciden en el mismo propósito. Además, se estima que Corbo con servicios prestados a la banca transnacional, al FMI y al Banco Mundial favorecerá nuevos flujos inversionistas y ayudará a dar “tranquilidad a los mercados”. Con tales antecedentes, la agenda procrecimiento planteada por los grandes empresarios recibirá, sin duda, su efusivo apoyo especialmente en lo que toca a la “flexibilidad laboral”, privatizaciones, iniciativas impositivas regresivas y una apertura mayor de la cuenta de capitales. 

No hay que confundirse y menos confundir a la opinión pública con la idea que Vittorio Corbo es un economista neutro, porque esos especímenes no existen. Las ciencias puras persisten sólo en la mente de los positivistas ingenuos. La ideología penetra todas las ciencias y con mayor fuerza a la teoría económica. 

El futuro presidente del Banco Central tiene una visión del mundo y de Chile que se corresponde con los intereses de los grandes empresarios, las transnacionales y el capital financiero. Corbo no ha estado encerrado en una torre de cristal durante su vida. Al nominar a Corbo, el gobierno no eliminó el cuoteo de la administración pública sino que, debido a su extrema debilidad, ha decidido incorporar de manera directa a la derecha opositora en las decisiones de política económica. 

Quizás mañana, para enfrentar tanta crisis recurrente, decida continuar con este camino para instalar ministros en otros ámbitos del quehacer social o político. A fin de cuentas da lo mismo: las dos derechas coinciden en lo fundamental; sólo que la derecha opositora tiene hoy día más poder, dada la fragilidad que caracteriza al actual gobierno y a la Concertación. 

09-04-03

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