He criticado al Gobierno y a la Concertación porque no se cumplen los compromisos que se establecieron en el programa. La crítica es buena para la democracia y necesaria para ayudar a romper la burbuja en que se mueven los altos funcionarios públicos y la mayoría de los políticos. Me preocupan las desigualdades y mucho he lamentado las señales e iniciativas gubernamentales que han ayudado a acentuarlas. Sin embargo, debo reconocer que el reciente acuerdo entre el Ministerio de Educación y el Colegio de Profesores constituye un aliento para los que creemos que el actual gobierno de la Concertación debería haber concentrado sus mayores esfuerzos en disminuir las desigualdades.
El reajuste salarial de 15%, en una perspectiva de tres años, junto a los incentivos por desempeño apuntan, en mi opinión, en una dirección correcta. El mejoramiento de la educación básica y media es una prioridad indiscutible para el desarrollo económico y el progreso social. No es la solución a la pésima distribución del ingreso en Chile, como insisten de forma majadera y monocorde los economistas del establishment para defender a sus patrones y eludir la discusión sobre la concentración de la riqueza en pocas manos.
Sin embargo, sí efectivamente se logra que la calidad de la educación pública avance ello ayudará en parte a que los jóvenes de familias pobres tengan superiores oportunidades en la vida.
El mejoramiento salarial de los profesores constituye un estímulo para recompensar el inmenso sacrificio y responsabilidad de quienes tienen a cargo la formación de nuestros hijos durante gran parte del día. Los incentivos por desempeño, por otra parte, constituyen un reconocimiento de la directiva del Colegio de Profesores que en el mundo actual no es posible eludir la calidad.
La aceptación de esta realidad debe ser valorada ya que significa un sacrificio para los profesores en una sociedad caracterizada por la desprotección y la vulnerabilidad. Al fin tenemos, entonces, un compromiso justo e inteligente entre los profesores y el gobierno, que les permitirá trabajar con mayor tranquilidad y menores tensiones durante los próximos tres años.
Debemos aplaudir el esfuerzo de Jorge Pavez ya que sin su perseverancia y entendimiento hubiese sido imposible alcanzar el acuerdo. Hay que reconocer también el trabajo de Sergio Bitar quien privilegió el diálogo con los profesores en vez de la intransigencia.
Ojalá se pudiera avanzar también con la misma inteligencia en el plano de la educación superior; en este caso para modificar la lógica mercantil que la ha convertido en un desastre.
Los estudios superiores se han consolidado como un bien privado, con costos altísimos para los jóvenes de familias de modestos ingresos; vale decir, para la mayoría de la población.
Nada ha hecho la Concertación por modificar el sistema impuesto por los empresarios y economistas de la dictadura, que convirtieron la educación superior en un negocio que además ofrece un pésimo producto.
Lamentablemente, las universidades públicas, con un financiamiento estatal seriamente disminuido, se han visto forzadas al mismo régimen mercantil de las privadas. Esto las ha empujado a aumentos de cupos y aranceles, sin planificación académica ni criterio social alguno, mientras reducen inversiones para la investigación y extensión cultural.
Es fácil explicarse, entonces, la disminución de la influencia de la universidad pública en la sociedad, lo que ha ayudado a consolidar el pensamiento único proveniente de los centros privados. Éstos cuentan con generoso financiamiento y orientaciones de los grandes grupos económicos, partidos políticos de la derecha y órdenes religiosas conservadoras.
Así como el reciente acuerdo entre Pavez y Bitar apunta a fortalecer la educación básica y media, se necesitan iniciativas imaginativas para potenciar la educación pública superior y mejorar así la calidad de nuestros universitarios, promover la investigación, favorecer la excelencia académica y estimular la diversidad, terminando con los criterios de mercado que sólo han dañado a la educación superior.
Bien, entonces, por el empeño de Bitar en alcanzar un buen acuerdo con el Colegio de Profesores. Mejor por el esfuerzo de Pavez, que ha perseverado en la organización de los profesores, para alcanzar salarios dignos y una educación de calidad que favorezca a todos los chilenos. Ello le ha significado además el reconocimiento del conjunto de las fuerzas sociales que buscan mejorar sus condiciones de vida.
16-12-03
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